Era lunes por la mañana, decidí hacer una caminata a solas…las calles estaban muy poco concurridas, debido a este tiempo de cuarentena. Tenía varios días sin caminar por ellas, así que este día iba observando detenidamente todo a mi alrededor.
Empecé a notar que la primavera había llegado, los árboles comenzaban a verse más verdes, las bugambilias lucían majestuosas, unas deliciosas granadas hacían su aparición, los plúmbagos estaban cargados de esas coquetas florecillas azules que tanto amo…¡¡Sí, la primavera ya llegó!!
Los días son tan grises en estos tiempos, que poco hemos podido celebrar la nueva estación, los niños no se vistieron de graciosos animales ni de flores bellas. No sonaron las canciones alegres, no hubo festivales, los pequeños disfraces se quedaron guardados en los armarios, los desfiles se cancelaron. Pero aún así, la primavera ya llegó.
Sin duda, el ambiente que nos rodea es tan seco, frío y carente de brillo como el invierno. Pareciera que cada día que pasa, nuestro invierno se recrudece, y pensar en el mañana nos da más miedo, que deseo.
Sé que en mi mente y en la de muchos otros, hay mucha incertidumbre, ansiedad, dudas, pesimismo, tristeza y en algunas hasta terror, dada la naturaleza de la realidad actual en el mundo entero. Sin embargo, a pesar de las ramas secas, de las hojas que han caído, de los árboles sin vida y de los amaneceres sin sol, la primavera ya llegó.
Por lo pronto, permíteme compartir el consejo del Maestro: «Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal»-Jesús. Vivamos cada día de este invierno interno, sin desgastarnos por el mañana. Es un tiempo de luchar por el hoy, sabiendo que cada día es un round que nos llevará a la victoria final. No permitamos a la preocupación gobernar nuestras mentes.
Sin duda, esta será parte de nuestra batalla diaria: confiar o dudar, esperar o desesperar, enfrentar o huir, valentía o miedo, ánimo o desaliento.
Asumamos el control de nosotros mismos para enfrentar el hoy de la mejor manera. Confiemos en Dios, creamos que Él está en control. Que nuestro corazón descanse con las palabras de Jesús, cuando nos recordó que Él tiene cuidado de nosotros, y cuan valiosos somos para Él. Jesús nos aseguró que si Él está al tanto de los demás seres vivos, aún más lo está de nuestras vidas.
Animémonos unos a otros, con estas palabras de Salomón:
¡Mira, el invierno se ha ido,
Salomón
y con él han cesado y se han ido las lluvias!
Ya brotan flores en los campos;
¡el tiempo de la canción ha llegado!
Ya se escucha por toda nuestra tierra
el arrullo de las tórtolas.
Sí, soportemos este invierno interior, pero no olvidemos que la primavera ya se instaló. Así que, abre hoy tu ventana y mira a los árboles retoñar, al sol resplandecer, a las aves hacer sus nidos y a las flores presumir sus colores.
Que en esta temporada difícil, la primavera nos inspire como a Martí, Machado, Neruda, Mistral, Guillén o Jiménez…Y tal vez, podamos extraer la asombrosa fuerza que proviene de la pérdida, del infortunio, de la crisis, del aislamiento y aún de la desesperación; logrando que retoñe el bello canto de la esperanza, de la alegría, de la unidad y del amor en su máxima expresión. Sí, dícelo a tu corazón, grítale a tu vecino, recuérdale a tu amigo, mensajéale a tus padres, avísale a tus hijos y que en toda la tierra se escuche que: ¡¡Ha llegado el tiempo de la canción!!
Con la primavera
José Martí
viene la canción,
la tristeza dulce
y el galante amor.
La primavera besaba
Antonio Machado
suavemente la arboleda,
y el verde nuevo brotaba
como una verde humareda.
¿Y para ti qué son en este ahora
Pablo Neruda
la luz desenfrenada, el desarrollo
floral de la evidencia, el canto verde
de las verdes hojas, la presencia
del cielo con su copa de frescura?
Primavera exterior, no me atormentes,
desatando en mis brazos vino y nieve,
corola y ramo roto de pesares,
dame por hoy el sueño de las hojas
nocturnas, la noche en que se encuentran
los muertos, los metales, las raíces,
y tantas primaveras extinguidas
que despiertan en cada primavera.
Doña Primavera
Gabriela Mistral
de aliento fecundo,
se ríe de todas
las penas del mundo…
Eres la primavera verdadera;
Juan Ramón jiménez
rosa de los caminos interiores,
brisa de los secretos corredores,
lumbre de la recóndita ladera.
Quisiera
Nicolás Guillén
hacer un verso que tuviera
toda la fragancia de la Primavera
y que cual una mariposa rara
revolara
sobre tu vida, sobre tu cuerpo, sobre tu cara.
Hermoso Jeny es tan cierto,muchas cosas nos distraen de lo hermoso que Dios esta haciendo
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Así es, ampliemos nuestro lente para captar la belleza de todo el paisaje. Saludos
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Escribes cosas muy interesantes Jenny,me gustan,sólo una cosa ¿y los mexicanos?Amado Nervo,Carlos Pellicer,Octavio Paz ,Ramón López Velarde,Rosario Castellanos, Jaime Sabines,también ellos escribieron sobre la primavera .
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Tienes razón Toño, compártenos algunos extractos. Así podríamos enriquecer esta entrada. Gracias por leerme y por tus comentarios
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Amado Nervo:
La primavera besaba
La primavera besaba
suavemente la aboleda
y el verde nuevo brotaba
como una verde humareda
Las nubes iban pasando
sobre el campo juvenil…
Yo vi en las hojas temblando
las frescas lluvias de abril
Bajo ese almendro florido,todo cargado de flor
recordé, yo he maldecido mi juventud sin amor
Hoy en mitad de la vida,me he parado a meditar…
¡Juventud nunca vivida,
quién te volviera a soñar!
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Amado Nervo es lo máximo, muchas gracias. Me gusta aprender
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Rosario Castellanos
Misterios Gozosos
Toda la primavera
ha venido a mi casa
en una flor pequeña
sólo flor y fragancia
Yo rondo este perfume
Como una enamorada,
Voy y vengo buscando
loores,alabanzas.
Con el amor me crece
la ola de nostalgia.
¡Cómo serán los campos
en donde fue cortada!
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Muchas gracias!! bendita primavera que trae tanta inspiración. Gracias por compartir
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Octavio Paz
Primavera a la vista
Pulida claridad
de piedra diáfana,
lisa frente de estatua sin memoria:
cielo de invierno, espacio reflejado
en otro más profundo y más vacío.
El mar respira apenas, brilla apenas.
Se ha parado la luz entre los árboles,
ejército dormido.
Los despierta
el viento con banderas de follajes.
Nace del mar, asalta la colina,
oleaje sin cuerpo que revienta
contra los eucaliptos amarillos
y se derrama en ecos por el llano.
El día abre los ojos y penetra
en una primavera anticipada.
Todo lo que mis manos tocan, vuela.
Está lleno de pájaros el mundo.
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Wow, no soy conocedora de poesía, así que agradezco que me compartas esta maravilla. Bendiciones
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