Sonríe, eres Mujer

Amo la imagen, de esta niña frente al espejo. Su espontánea sonrisa, su mirada curiosa y un tierno intento, por disimular la desbordante alegría que le provoca su propio reflejo. A su vez, el chico que lo sostiene, parece igualmente maravillado al presenciar el mágico efecto producido por el pequeño artefacto.

Hace poco, vi un documental sobre la mariposa monarca. En él se explicaba a detalle, sobre el complejo fenómeno migratorio que realizan anualmente, estos pequeños insectos.

He de decir, que me asombré al conocer algunos interesantes aspectos, relacionados con estas lindas mariposas. Las monarcas, tienen la capacidad de recorrer más de 4,200 kilómetros de norte a sur, algo totalmente asombroso en el mundo de los insectos. Realizan este largo recorrido, hasta llegar a su santuario, los imponentes bosques de Oyamel en México.

Para que una generación de mariposas monarca, pueda llegar a tan anhelado destino, le antecedieron 3 generaciones que realizaron pequeñas aportaciones en su desarrollo, para poder engendrar esta Super Mariposa. Las primeras tres generaciones de monarcas, suelen vivir solamente de 4 a 5 semanas. La primera generación, se alimenta de un tipo de plantas con propiedades tóxicas, siendo capaz de asimilar esa toxicidad y acumularla bajo su piel, lo que las fortalece para defenderse de los depredadores, parece que en ocasiones ser tóxica no está tan mal, ¿no? Aunque estas primeras 3 generaciones tienen vidas de poca duración…en la cuarta generación algo sucede.

Mariposa Monarca

Esta generación, no es igual a la de sus ancestros, a esta se le llama la Generación Matusalén. A diferencia de sus padres, abuelos y bisabuelos, estas monarcas, tendrán una larga vida, y demostrarán una fuerza y resistencia extremas que las acompañarán en su travesía por miles de kilómetros, hasta poder llegar a su destino. Ellas están equipadas para conquistar los aires, cruzar fronteras, huir de sus depredadores, superar el cansancio y finalmente convertirse en las reinas del Santuario.

Sí, ellas pueden hacerlo, porque 3 generaciones antes hicieron bien su trabajo, cumpliendo parte de su recorrido, desarrollaron fortalezas y superaron dificultades, para que la cuarta generación pudiera lograrlo.

La pequeña de la foto en el espejo, es una de mis maravillosas y amadas sobrinas. Aunque no tengo hijas, tengo la dicha de tener muchas niñas a mi alrededor. Me gusta admirar a las pequeñas mujercitas: espontáneas, libres, alegres, listas, pispiretas, decididas, y a la vez vulnerables e inocentes. Quisiera que ellas, sean como esas monarcas de cuarta generación. Me queda claro, que como mujer, formo parte de la generación antecesora, por lo tanto, tenemos la gran responsabilidad de hacer nuestra parte del recorrido.

Al escuchar diariamente los aterradores relatos en los noticieros, es innegable, que también tenemos nuestros propios depredadores al acecho:

  • Abuso sexual
  • Explotación
  • Trata
  • Desapariciones
  • Violencia doméstica
  • Salarios laborales más bajos
  • Discriminación
  • Matrimonios forzados
  • Acoso
  • Maltrato físico

Sin embargo, yo quisiera ser parte de esa generación, dispuesta a asimilar la toxicidad de un mundo gobernado por la injusticia y a partir de ahí, desarrollar los recursos, para dejar una herencia de fuerza, a la siguiente generación. Que nuestra generación, pueda aportarles las habilidades para que ellas. puedan volar más alto y disfrutar de esos bosques hermosos y lejanos, llenos de alimento, luz y descanso.

Quiero poder mirarlas a los ojos y con valentía, demostrarles que una mujer puede decir ¡No! a lo que está mal. Quiero enseñarles, a establecer un ¡Basta! a quien se atreva a sobrepasar los límites. Quiero demostrarles que una mujer puede amar, y ser amada. Quiero, que me vean levantar mi voz por aquello que es agradable a los ojos de Dios. Quiero compartirles, que tenemos un lugar insustituible en este mundo.

Quiero poder decirles, que el mundo está de cabeza pero que aún así sonrían por ser mujer. Que hay muerte a nuestro alrededor, pero que sonrían porque somos portadoras de vida. Que hay dolor, pero que sonrían porque tenemos la sensibilidad para aplacar el dolor. Que hay hambre, pero que sonrían porque tenemos la capacidad natural de alimentar. Que hay guerra, pero que sonrían porque tenemos la fuerza para luchar. Que hay oposición, pero que sonrían porque tenemos el poder para resistir.

Quiero ser de esa generación, que a lo mejor no conquiste todo, pero que pueda seguir saliendo a la calle enfrentando sus propios temores. Quiero que estas tías, madres, suegras, abuelas y bisabuelas podamos dejar un legado de dignidad y respeto. Quiero que nuestras pequeñas, tengan la plena convicción, de que su reflejo en el espejo es la imagen de Dios. Sí, quiero que se vean como Dios las ve: totalmente amadas, completamente aceptadas, eternamente valoradas.

Sí, quisiera ver un día, una nueva generación más fuerte que la mía, que la de mi madre y que la de mi abuela. Quisiera que sea, una super generación de resistencia extrema, decidida a soñar con un destino más grande que el de sus antecesores. Quisiera que nuestras bellas niñas, sean capaces de levantarse erguidas, extender valerosamente sus alas, dispuestas a enfrentar a sus depredadores, a superar obstáculos… y, que al verse reflejadas en el espejo de su alma, puedan lanzar un suspiro, y con total convicción decirse a sí mismas: Sofía, Priscila, Maithe, Débora, Mía, Ximena, Daniela, Mila, Kari, Natalia, Majo, Vale, Ivette, Melissa, Ale, Camila, Paulina… Dios te hizo Mujer ¡Vive, Vuela, Sonríe! ¡Eres Mujer!

2 comentarios sobre “Sonríe, eres Mujer

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